Las uvas de las mejores parcelas del Norte del Alentejo fueron vendimiadas por la frescura de la mañana, desconectadas y sometidas a maceración en frío durante 24 horas. El mosto, clarificado, fermentado con temperaturas controladas en tinas de acero inoxidable. Después del encolado y la filtración, fue embotellado para mantener su carácter fresco y afrutado.